
Mi comunidad se llama COMUNIDAD PAPALOMA, que está situada en la Parroquia Simiátug, pertenece al Cantón Guaranda en la provincia de Bolívar. Lindera con las provincias vecinas de Tungurahua y Cotopaxi. Queda en donde pega mucho viento y páramos en todos los meses de verano.
Contar la historia de mi Organización es contar toda una vida, todo un sufrimiento. ¡Cuántos cambios, errores, problemas en cada momento de nuestra vida, la que forma parte de nuestra Organización!
La unión de la gente no es de recién, sino más bien de largos siglos atrás, desde nuestros antepasados, habitaban en cada región de estas tierras que actualmente se encuentran divididas como en países, provincias, cantones, parroquias y hasta en recintos en donde vivimos y seguiremos viviendo.
Cuando llegaron los españoles, todo terminaron quitando y ahora se asoman dueños de las riquezas que existían en nuestro suelo. A más de eso, se dieron cuenta que aquí era muy adelantada la gente en toda clase de arte, en sus trabajos, en la agricultura, en cada nacionalidad que existía en nuestras tierras. Pienso que todo esto para desaparecer de un rato a otro, era difícil, entonces se ha mantenido la unión de la gente mucho más fuerte que en estos últimos tiempos que va existiendo la Organización de mi Comunidad Papaloma. Todo esto nos da a conocer que la unión misma, la que hoy decimos la Organización, no es asomada recién, sino lo que pasa es, que los grandes ricos, los explotadores, los aplastadores a los Indígenas nos han tenido adueñados, haciendo callar, quitando la palabra casi en totalidad. Con esto hemos mantenido todo tranquilo, como que no pasa nada, sin poder decir nada cuando se ve un mestizo.
La unión de la comunidad Papaloma no se puede fijar en forma muy exacta en qué día comenzó. Explicamos por qué decimos ´reunión´: porque mucho más antes también vivían unidos, pero ´unión´ en sentido de dar la mano, ayudar, compartir entre los vecinos de la comunidad en trabajos, en las fiestas y en momentos de tristeza o dolor. Entonces quiero decir que la unión sí había en esta comunidad antes de comenzar hace unos diez años esta re-organización.
La unión de la comunidad se ha dado en un proceso largo. Me recuerdo que la gente sufría mucho, sin poder qué hacer, cuando algunos compañeros empezaron a llamar de casa en casa (a esto se decía ´la notificación) para así poder seguir multiplicando en entendimiento, haciendo pequeñas reuniones cada semana. Un compañero fue él que apoyaba de poco en poco, pero esto era difícil porque en ese tiempo la gente solamente se llevaba bien con los mestizos del pueblo de Simiátug, la mayor parte éramos compadres, padrinos en toda forma. Ellos decían: a nosotros tienen que respetar, no deben ser resabiados, mal hablados, directamente ellos ordenaban, entonces todo era una vida tan maravilla para ellos. Al comenzar a organizar haciendo reuniones casi continuamente, ellos ya miraban mal a las personas que estábamos promoviendo de comenzar a reunir en la comunidad, donde teníamos los problemas, las consecuencias, el sufrimiento de cada día. Cada domingo iban a la misa en la Iglesia y se ponían a orar pidiendo, dizque a Dios, que los indios no se organicen, para seguir viviendo como antes.
Luego de esto pasó un buen tiempo; la gente quedaba sin poder qué hacer porque los mestizos decían cuántas cosas que hacían tener miedo. En la Feria de Simiátug, llamando a cada uno le decían: ¡cuidado, no se juntarán con esa gente porque es peligrosa, viendo que así siguen reuniendo, han de venir los gringos a quitar sus tierras, sus casas, hasta guaguas les han de ir quitando, esto es comunismo, organizando ellos ya no han de querer respetar a nosotros! Decían también, los indios van a volver blancos y los blancos vamos a volver indios. Con todas estas dudas que ellos pusieron, pensaban que era suficiente y que así no dejaremos organizar. La gente se encontraba demasiado confundida, bien acorralada de miedo pensando ´será bueno o será malo´. Unos pocos avanzaron a ver la situación de vida, de atraso, de pobreza, de no haber sido tratados como a personas. Entonces nace una nueva idea de buscar una liberación, a ver si nosotros también somos capaces de enfrentar esta situación. Los que explotaban, los que manipulaban eran solamente unos poquitos, es por esto que hasta hoy en las comunidades hay una división, digamos dos pensamientos que luego se chocan entre los dos y hay fuertes problemas que afectan a la comunidad. De cualquier forma es un fastidio grande.
LA VIDA
Todos vivíamos en un atraso y a más de eso, tranquilos solamente culpando a Dios, diciendo ´así ha sido mi mala suerte de vivir de esta manera´. Todos pensábamos que esto era normal, pensábamos que por ser Indios somos destinados a vivir así, todo conforme de lo que un mestizo le trataba mal. No podíamos decir nada si de repente alguien decía algo, ellos tranquilamente pegaban y sobre eso le mandaban a la cárcel, cobraban sus buenas multas y soltaban al siguiente día. Se creía que los mestizos sabían mucho más que nosotros y había que respetar. Es una vida amarga para el sector oprimido, explotado, de tanta amargura. Sin tener ni para comprar la semana se ponían a tomar cuantos tragos. Ahí aprovechaban peor, porque hacían perder ropas, animales y la plata. Las cantinas eran de los mismos mestizos. Aunque no tenían, se endeudaban, de esta manera la pobreza y el atraso seguía cada vez más y más, porque al tomar trago olvidaban todo, pero no era suficiente con eso y más bien era hacer enriquecerse en una forma más fácil, con menos trabajo para ellos.
El trabajo para la gente del Pueblo de Simiátug era vender el aguardiente y con esto tenían suficiente para vivir, esto con el trabajo de los Indígenas, tratándole mal en toda forma, sin consideración. El vivir de nosotros era siempre desunidos; vivíamos solamente buscando para cada uno y ni siquiera podíamos utilizar tal como debe ser en una vida cristiana.
NUESTRA PROPIA REALIDAD EN EL COMERCIO
Hay varios tipos de comercio: en animales, en productos, en ropas. Es una zona o digamos, la comunidad productiva. En nuestras tierras anteriormente producían en buena cantidad los granos, papas, habas, ocas, arvejas, cebada, lenteja y zanahoria. Se producían bastante gallinas, cuyes, borregos, chanchos, ganado vacuno y ganado caballar; se vendían también huevos, quesos, leche, la lana de los borregos y los granos tiernos; todo esto se vendía en mayor cantidad. Los comerciantes eran solo mestizos de la Parroquia y otros que vivían en la ciudad de Ambato. Toda esta producción resultaba con el gran trabajo y el sufrimiento de los pobres indígenas que iban a parar en las manos de otras personas ganaban más trabajando menos, ya que había que hacer producir nuestras tierras pasando hambre, pasando amarguras, pasando enfermedades y los chiquitos sienten lo duro del tiempo, las lluvias, el viento, el frío, hasta se descrían de su crecimiento. Todo trabajo, sea para tener animales, sea para tener granitos, es un tremendo sacrificio de todos los días de nuestra vida.
Nuestras mujeres se levantan desde las 4 de la mañana cargando el guagua desde esa hora para hacer el desayuno. La tonga para el trabajo, para el viaje ya que eso es para sostener la familia. Por no tener, hay algunas veces que se levanta a trabajar solamente tomando agüita de dulce con máchica y nada más. Con todo este sacrificio y sufrimiento de toda la familia se llega a tener los animalitos, los granitos, siendo la base principal para poder sobrevivir con toda la familia.
Cuando sacamos a la venta por cuanta necesidad que se tiene, la primera hay que chupar su buena insultada de los comerciantes. A veces cuando pedíamos el precio un poco alto, teníamos razón de pedir así porque todo cuesta un sacrificio, un sufrimiento para hacer producir, toda esta clase productos. Esto pasaba con los hombres, pero cuando veían a las mujeres con la venta directamente le iban a quitar. De esto nadie podíamos decir nada, porque si nos poníamos a demandar no sacábamos nada, ¿por qué?, porque el Teniente Político de la Parroquia eran familiares o íntimos amigos y salían a favor del mestizo que es comerciante y de esta forma todo quedaba tapado y ellos se reían. Por todo lado el comercio ha sido un camino mucho más fácil para explotar al Indio que tiene un propio trabajo, su propio sudor, para luego estar mal por unos pocos sabidos.
Al ver cuanta facilidad había para sacar los productos que la gente de la comunidad tiene, asomaban comerciantes en cantidad, de toda clase de ganados, de granos, de huevos, quesos, gallinas. Los comerciantes esperaban en los caminos de las entradas al Pueblo. Quebraban tres huevos por gusto y de eso ya no pagaban. De cualquier cosa que compraban pagaban lo que a ellos les parecía bien.
En este Testimonio de la ´Historia de mi Comunidad´, como de una cosa muy cierta, me acuerdo que una vez mi mamá, cuando tuvo venta de huevos, llegó el día de ir a la Feria. Se fue muy triste porque ya sabía lo que iba a pasar. Le trataban mal y muchas veces le pegaban. Todo esto, ¡qué no va a ser un sufrimiento para nosotros! Mientras ellos traían de venta cuantas otras cosas más para vender, como ropas, cosas de la tienda y otras fabricadas en otros lugares, la gente de la comunidad Papaloma no comprábamos tanto de la tienda para comer, sino lo más necesario como azúcar, fósforos, sal y el kerosen; lo otro como fideo el arroz, el azúcar, la sardina y las galletas se compraban solamente cuando tenían fiestas, por ejemplo el Bautismo de los niños, los Matrimonios, en los Finados y en el Carnaval. A más de esto en otras fiestas religiosas.
Asimismo en los vestidos, la mayor parte no se compraba ya que se fabricaba en los telares de nosotros mismos, tales como pantalón, la bufanda, el ´siñidur´ o el que decimos la ´correa´ para amarrar el pantalón, el anaco, las fajas y las chalinas. Todas estas confecciones solo de lana de borrego de los rebaños que tenemos cada uno en la familia. Por esta razón no se compraba muchas cosas que traían de otros lugares, trabajados por otros, también no se compraba el molino de mano, porque todos éramos acostumbrados a moler en la piedra, y todos teníamos.
LA OCUPACIÓN DE LA GENTE
En totalidad nos dedicábamos a la agricultura y la crianza de los animales, siendo esta la fuente más útil para poder sobrevivir todos nosotros, ya que no somos asalariados, no somos profesionales en nada. Es por esto todo el tiempo se le ha dado a la agricultura y la ganadería. Como se tiene borregos, llamingos, de estos animales la producción es la lana. Con este producto nuestras mujeres pasan ocupadas hilando para los vestidos; asimismo de la cabuya se confecciona las shigras y sirve también para arreglar las enjalmas de los animales de carga. Siempre las mujeres tienen un cargo tan grande de cuidar a los niños y a la vez, es la madre de la casa en la que asienta un hogar.
Se venden los animales, con eso se hace alcanzar en alguna forma para la vida de cada familia. Algunos, sobre todo los jóvenes, un buen tiempo salen a otras partes, a Ambato y a Quito a trabajar de peones, en las construcciones, en los trabajos más fuertes para otras personas y eso más, mal pagados. No les tratan bien. En los meses que no hay tanto trabajo en el campo, salen y para los meses que hay trabajo ya regresan, creando la migración en mayor cantidad. Luego ya no se dedican tanta a trabajar por el bien de la comunidad, no quieren saber nada de la Organización, solamente avanzan a ver la platita y no dan importancia de nuestra familia, de la comunidad, de sentir como compañeros. También ocupamos el tiempo en los viajes. Muchos se dedican a comercializar el aguardiente. En los animales traen desde el trapiche donde fabrican a unas 6 a 7 horas de camino de Papaloma con los animales cargados para así ganar la vida. Ya que somos bastantes, siempre tenemos unos 5 a 6 hijos mínimo.
LA EDUCACIÓN
Todos éramos analfabetos, no sabíamos leer ni escribir; un poco sabíamos hacer las cuentas de algunas cosas pequeñas. Para los indios no había ninguna clase de escuela: los mestizos decían que ¡ni pensar que iban a ir a la escuela cuando nada más saben es vivir en sus trabajos, con sus animales y que no hace falta aprender! Nos han dicho que somos incomprensibles, ignorantes, olvidados por Dios, y esto no solo con la comunidad de Papaloma, sino con todas las comunidades de la zona de Simiátug. Educación en sí nos da a entender tener respeto a los demás, vivir con nuestro propio trabajo, vivir juntos a nuestros padres, tener nuestras costumbres de vida. Diariamente aprendemos cuantas cosas cada vez nuevas, seguimos teniendo experiencias de nuestros trabajos, a los hijos no enseñamos en teoría sino demostrando el trabajo práctico. ¿El saber todo esto, no será una educación? Porque podemos y sabemos, por eso vivimos y hemos de seguir viviendo hasta siempre, ya que será muy difícil desaparecer en totalidad. En la comunidad de Papaloma no había ninguna clase de escuela. Había una escuela algo cercana de la comunidad, a una hora de camino más o menos, esa escuela era fiscal, con un profesor mestizo que ellos se autocalifican de blancos. ¿Por qué había esta escuela?; porque ahí vivían unas poca personas dichas mestizas. El recinto se Guanguliquín. Ellos tenían suficiente en granos, buenas tierras, todo suficiente. Entonces ellos tranquilamente mantienen al profesor blanco, invitan a sus casas a comer juntos, a estar compartiendo con ellos, de manera que ese poquito de gente necesitaban merecieron este tipo de escuela.
Nosotros los Indígenas no tenemos ese alcance. Francamente teníamos recelo, pensábamos que iba a hablar porque nosotros no somos aseados en la casa, vivimos donde quiera, ni el platito que tenemos es como para que coman ellos, la comida mal preparada causa una vergüenza de llamar a las personas de tipo mestizo, las casas son hechas por donde quiera y siendo así, hay una división entre los indígenas y los mestizos, que de la ciudad, que no conocen el sufrimiento, la lucha de nosotros. Además de eso, los profesores no se enseñan a vivir en el campo con los indios que así le dicen. Solos en el campo, lejos de la familia, ellos no podían soportar ni siquiera eso. En la escuela pasaban junto a los niños unos pocos días dando clases. Luego de una semana trabajando, iban a visitar a sus familiares, ya que ellos como siempre: de Guaranda, de San Miguel. Regresaban después de quince días o un mes, de esta forma los niños no aprendían nada. Hasta regresar el profesor, a veces ya olvidaban lo que han aprendido en los días de clases. Algunos compañeros de mi comunidad Paaloma habían puesto en la escuela fiscal de Guanguliquín a sus hijos casi sin saber qué nomás puede hacer falta para que el niño siga en el estudio.
Cuando el chico ya estaba en la escuela, el profesor pedía comida, una cocinera, plata, pedía también un caballo ensillado para trasladarse del pueblo a la escuela, todo esto era obligación. Los padres de los chicos tenían que comprar también los uniformes para que puedan ir a la escuela; hacían comprar una carga de libros, cuadernos, cuánto de gasto tenían que soportar pensando que está educando mejor. El profesor nada más que ordenaba y los chicos tenían que cumplir, como también los mayores que vivíamos en la comunidad. A más de eso, los pequeños no querían ir a la escuela porque el profesor les trataba mal, como sus fuertes habladas, pegaban a los niños, tal vez cuando no podían en los deberes que mandan a los niños. De nada le ha servido gastar cuanta cantidad de plata comprando muchas cosas que no son tan útiles, que no valen ya que con eso no se ha sacado nada. Como sigo contando en esta larga historia, cuánto nos tocaba gastar y para gastar todo esto: de dónde, como ya les dije que somos pobres. Y después de haber gastado dejando todo, el hijo más bien se ha vuelto un poco más vago, ha aprendido a hablar otras palabras, a no respetar, ya regresa diferente de lo que era. Con esto quiero decir que ha habido una educación o a lo mejor se ha perdido una buena educación que ha tenido el niño en la casa, antes de ir a la escuela. Ni las letras no sabían bien. En el año salían sin saber nada. Así causaba un gasto en vano. La peor burla que hacían los profesores a los supervisores era que en las libretas o el certificado del año, decían que tal niño pasa del grado sin mayor dificultad, pero en la práctica no sabían nada esos niños. Esto con el fin de dejar tranquilos. A darse cuenta de esto, la gente ya no se sentía tan conforme. Para eso más vale no gastar más plata poniendo en la escuela a su hijo, decía la gente.
La comida pedía lo que ellos querían: gallinas huevos, quesos, leche y otras cosas más; muchos no teníamos ni para comprar la semana y de dónde vamos a dar cuanta comida, solo porque el profesor pide. Cuánta injusticia se veía en la educación, en los tiempos de nuestros mayores y sigue actualmente en general.
LA SALUD
Como algo se ha dicho, nosotros no vivimos aseados. En muchas cosas nos falta el aseo en la casa, en la comida, nuestras ropas, todo es por donde quiera, vivimos tal como nosotros queremos. Es por esto las enfermedades que había frecuentemente en cada familia y morían bastantes niños como también los mayores.
En mi comunidad de Papaloma casi en total creemos en los curanderos indígenas que acudían en los momentos de enfermedades de los compañeros. En la comunidad a la que hoy estoy refiriéndome, habían unas 8 personas que la decimos ´yumbos´, entendidos en el asunto de curaciones de cuantas enfermedades con remedios solamente de campo, es decir con yerbas naturales que se encuentran en nuestras chacras, en las laderas; con esto se curan varias clases de enfermedades, los más conocidos son: el mal viento, el espanto, el sarampión, la tos y otras.
Teníamos mucho miedo a los médicos por varias razones. Con nuestros ojos vimos lo que cuanta gente moría en las manos del médico, por esta razón no queríamos ni oír de los médicos, preferíamos morir en la casa junto a la familia antes que ir a los Centros y Subcentros de salud del pueblo. A más de eso se notaba tan clarito que los médicos no daban tanta importancia al ver que somos indígenas, daban cualquier remedio, muchas veces guardados de hace algún tiempo, es decir daban remedios pasados, con eso qué va a curar la enfermedad que está matando a la persona. El médico vivía solamente en el casco parroquial, nunca salía a las comunidades, no le gustaba conversar con los indígenas y siempre se llevaban entre los mestizos, a más de eso se sabía que a las parroquias solo iban los aprendices como dicen que van a hacer el año de rural, de manera que cada año tiene que haber uno nuevo. Digo también que las vacunas no son tan efectivas para prevenir las enfermedades.
Era una vida que no podíamos como entender. Cualquier persona que llegaba mal de salud al subcentro de la parroquia de Simiátug solo le ponían inyecciones. Muchas veces estando bien, morían de contado. A ellos nadie les decía nada porque eran dichos blancos.
Siendo así había unos cuarenta por ciento de muerte de los niños menores de cinco años, esto pasaba en todas las comunidades de la zona de Simiátug no solo en la comunidad de Papaloma aunque así no alimentados bien, no prevenidos de las enfermedades, aunque no tenemos la atención médica, pero sí somos capaces de soportar los fuertes páramos, lluvias, vientos, heladas y todo el frío del campo. Trabajamos en la tierra más duro que los alimentados, con azadón, con las yuntas desde que aclare el día hasta el anochecer.
Veamos la diferencia con los mestizos, que dicen que son alimentados; pero no pueden hacer casi nada. Las tenderas del pueblo tenían una forma más de donde sacar la plata vendiendo los remedios, haciendo creer que tal remedio es para tal enfermedad. Ellos piensan que los indígenas no somos personas, sobretodo que no igualamos, así lo dicen hasta hoy.
LA GENTE TAMBIÉN SE COMUNICA
En cuanto a la comunicación, entre las personas de la comunidad no se usaba casi ningún material de comunicar sino solo se mandaba noticias verbalmente par otras comunidades. Con los vecinos a su vez se gritaban de una loma en alta y clara voz y así avisar de alguna necesidad, algún problema, o algún fracaso que haya ocurrido con la familia, como también de algún viaje urgente. Entre las comunidades se comunicaban por medio de recomendaciones o de lo que nosotros decimos: es de mandar noticias, que se da verbalmente a una persona y esa persona va con la información para avisar a la gente de otros lugares o a la persona interesada.
Desde nuestros abuelos, el lenguaje de comunicación ha sido, es y será siempre nuestro propio idioma que es el QUICHUA. No sabíamos hablar el castellano y así no podíamos tener conversaciones con los mestizos, ya que ellos asimismo no podían entender el quichua. Esa es una gran diferencia entre mestizos e indígenas, pero no solo por el lenguaje, sino por varias causas: por ejemplo la comunicación con otras zonas había mucho poca y con otras provincias, nada absolutamente. No comunicábamos; sino entra carreteras, peor por otros medios de comunicación.
Tenemos unos pequeños receptores y con eso sintonizamos algunas emisoras del país, pero lastimosamente esas informaciones que dan, no entendemos, más bien nos dejan confundidos, con dudas por entender mal. Los mestizos trataban mismo de hacer confundir porque creíamos que los blancos nunca mienten. Así era la parte de la comunicación antes de existir la organización en la comunidad de Papaloma, hace unos diez años atrás.
NUESTRAS PROPIAS COSTUMBRES
Cada nacionalidad, cada pueblo, o una masa de gente tienen sus costumbres, tradiciones muy típicas, que podemos recordar en cualquier momento ya que son herencias de nuestras padres que vivieron en tiempos pasados y a través de las nuevas generaciones, por medio de conversas, nosotros también llegamos a conocerlas y ojalá, si es posible, rescatarlas revalorizarlas, sabiendo que mucho más antes fueron propias de los indios y ahora nos han quitado, poniendo otras costumbres ajenas, de otra gente, pero esto si ha sido difícil de acabar en su totalidad. Al hablar de nuestras costumbres, en especial de la gente de la comunidad de Papaloma, hay cuantas costumbres como en el trabajo, en las fiestas, en la forma de vivir, la forma de servir la comida, la forma de hablar; éstas serían las más principales que puedo contar en la historia de mi comunidad.
Entre las fiestas, la más popular es el matrimonio. En el matrimonio tiene que haber los padrinos. Los novios con anticipación deben ver cual es la persona que puede ser padrino. La fiesta tiene su nombre específico ´la fiesta de San José`. Para esta fiestita, los novios con sus padres, faltando algunos días, comienzan a organizar todo lo necesario: una banda, comida, el trago que no puede faltar en esos momentos, invitan a todos los familiares de ambas partes, a los vecinos y amigos para que les acompañen en la fiesta del matrimonio o la fiesta de ´San José´. Faltando un día para casarse comienzan con el baile de ensayo. Al siguiente día es el matrimonio eclesiástico y el mismo día la bendición de los consuegros, padrinos, otras personas mayores y en general los que están acompañando en la fiesta. El último día es el día del ponche, donde brindan las comidas separados: el ponche del padrino y el ponche del novio, es un día de comidas y del gran baile. Como ya están despidiendo tres días en donde siempre hay bastante gente que acompaña, las personas siempre llevan algún poquito de cualquier cosa para regalar al dueño de la casa, es decir a los novios, a eso se dice la ´jucha´. A veces dan un poco de plata y como es bastante gente se reúne una buena cantidad, que se acaba en los tres días de la fiesta.
También el carnaval llega por la comunidad de Papaloma. En esos días de por sí se siente alegres y muy animados a cantar, a bailar y hasta a chumar, porque es una fiesta que llega solamente cada año y la gente se alista. En Papaloma había un grupo de personas dinámicas, chistosas que acostumbraban a visitar las casas de esos sectores. El grupo iban formados entre jóvenes y mayores, por el peligro de que si son solo jóvenes pueden faltar el respeto en las casas y así pueden desmoralizar antes de nada. Empezaban a caminar desde el lunes de carnaval por la tarde hasta el miércoles por la mañana, con guitarras, bombos, rondadores y las flautas, tocan también en linternas y hasta en baldes viejos; con estos instrumentos y más salen cantando toditos del grupo.
Hay otras fiestas como los Reyes, el San Antonio, el San Pedro; estas fiestas son con priostes y hay que gastar mucha plata. Tiempo atrás, había en buen número que sobre lo que no tienen, se ponían a gastar en eso más y aunque fiando tenían que hacer la fiesta solo por el miedo que no haciendo la fiesta, Dios ha de castigar.
En el trabajo, la costumbre era dar la mano entre los vecinos y entre los familiares en los meses de siembras y en los de cosechas. El dueño de la sementera salía a rogar de casa en casa y a esta minga iban unas veinte a treinta personas llevando sus herramientas, así terminaban en un solo dúa unos dos pedazos de sembrar o de cosechar, porque no tenemos mucho. Todos participaban con buena voluntad y gusto porque ahí pasaban tomando traguito, conversando, haciendo chistes, todos con buen humor de trabajo. El dueño se encargaba de todos los gastos de alimentación, bebida y siempre no faltaba en esas mingas la carne, el mote, a veces la chicha de trigo o de maíz, así se compartía en los trabajos. En esos tiempos se producía en buena cantidad y siendo así, teníamos suficiente para la alimentación de todos nosotros, aunque no como los ricos.
Nuestra forma de vestir es poniendo ponchos hechos de lana de borrego, sombreros blancos, de lana mismo, pantalones comprados pero llanitos; no usábamos el reloj. Las mujeres con anaco, ponían el reboso endurado con el tupi de color amarillo como fuera de bronce; esto no había que comprar sino que se encontraba en la tierra cuando a veces poníamos a cavar una yata para la casa. Los sombreros con unas cintas bordadas, lo mismo las camisas bien bordadas, no se usaban las botas de ninguna clase, se caminaba con los pies desnudos y como estaban desnudos entraban espinos, se tropezaban en las piedras hasta lastimar los pies, pero con lo que ya se estaba acostumbrado, parece que no pasaba nada.
Las formas o costumbres de como servir la comida eran que repartía la mamá los platos dando según la edad, comenzando desde el mayor para terminar dando a los menores. Por la mañana al levantar de la cama todos teníamos que ir a volver de afuera, al salir del cuarto teníamos que ir saludando. Regresando nos tomábamos el café que siempre no faltaba, el agua dulce con máchica, un gran chapo con lo que no se siente el hambre tan pronto, por más que trabaje duro. Cuando el papá y la mamá se iban a la feria con alguna ventita, siempre traían alguna cosita de comer para los hijos, que se le dice la huanlla de la feria.
Estas costumbres deben ser y tienen que ser la herencia de nuestros antepasados, abuelos, bisabuelos y muchos que vivieron desde hace muchos siglos atrás en nuestras tierras, que han sido propias de nosotros. Es por esto, lo las podemos desconocer, ya que son las huellas de haber vivido cuanta gente mucho más inteligente que nosotros, aunque no sabían leer ni escribir, pero pensando con sus propias cabezas. Por no reconocer lo que es una antigüedad y tomar en cuenta esas buenas cosas para de ahí poder revalorizarlas.
Porque somos pobres, marginado y humillados por unos pocos vivos, tenemos que contar. Los que se dan por blancos muchas veces nos tratan de objetos; los extranjeros vienen de curiosos diciendo querer conocer las culturas que existen en nuestro país.
LA RELIGIÓN
Al contar de esto hay cosas de pensar. Los que llevan adelante la religión y la Palabra de Dios, nos han dicho que tenemos que ser católicos, también decían que hay que festejar a cuantos Santos de su devoción. Aunque esto se ponía en práctica, seguíamos perdidos y seguía la pobreza, el atraso, la ignorancia de la gente, ya que los religiosos nos ponían cuántos miedos, y aprovechando el Evangelio nos dejaban bien vendados, con los ojos cerrados nos encontrábamos en un mundo que no tiene salida. El Párroco de la Parroquia a la que nosotros pertenecemos, frente a todo este atraso no decía nada, a más de eso, el Cura nunca visitaba las comunidades, en las Misas decía que hay que tener devoción en las imágenes que había en la Iglesia, deben hacer las fiestas porque esto quiere Dios y luego se salvarán el alma. Con esto, ellos tranquilamente decían que tienen que dar la limosna, pagar el diezmo, pagar las primicias, porque eso quiere Dios.
Decía que como nosotros creídos, ellos ya tenían vista la forma de sacar nuestros granos, siempre dándose la mano con las Autoridades de la Parroquia, como el Teniente Político, el Jefe del Registro Civil, la Junta Parroquial y el Cura Párroco. Esas personas no dejaban ni respirar, ni con una sola palabra, a todos los Indígenas de las comunidades, no solo a los que vivían en Papaloma.
Para hacer las fiestas como de Reyes, unas pocas personas tenían unas imágenes por supuesto dichas milagrosas. A esas personas les decían los ´Fundadores´. Para ser prioste tenían que ir a rogar llevando cuantos regalos, porque si se iba vacío no querían atender. Las personas que tenían esas imágenes eran mestizos del Pueblo y algunos Indígenas también tenían. Entonces había dos clases de priostes: el mestizo y el indígena. Los priostes tenían que ver con cual Fundador hacer la Fiesta: con mestizo o con indígena. Las personas que tenían algo, hacían la Fiesta con el Fundador blanco y las personas que casi nada no tenían, hacían la Fiesta con el indígena, ya que con Fundador indígena mismo, era menos gasto.
En las Fiestas, los gastos eran de tragos, ropas que alquilaban para vestir de Rey, la comida, la Banda, pagar para la Misa y cuantos gastos más para pasar toda una fiesta. En la fiesta, la gente se emborrachaba demás. Cuando iban a la Misa, en el Pueblo tomaban en cada cantina derrochando la plata y la ropa. Y cuando ya estaban perdiendo el conocimiento, armaban la pelea con sus mismos familiares, vecinos, pegaban a sus mujeres con todos los guaguas, se caían, se maltrataban a sus cuerpos mismo, hasta que a veces quedaban baldados por la borrachera, después de haber gastado toda la plata que tenían con grande sacrificio de criar, de cuidar los animales; cuando no alcanza para la fiesta, hasta fían la plata de los mismos mestizos con intereses muy altos, de manera que la plata iba a parar en las manos de los mestizos. Esto no paso solo en mi comunidad, sino en todas las comunidades de la zona de Simiátug.
Es lo mismo en otras fiestas, por ejemplo en San Antonio, San Pedro, gastan cuánta plata en las volaterías, en el trago, en la Banda, en la traída de los toros bravos que algunos campesinos tienen en los páramos. De ahí hacen llegar los ganados para los días de fiestas, al Pueblo se van diciendo ´que vamos a gustar los toros bravos´, dejando de pastar sus ganados que tienen cada familia. Con todo y guaguas se van al Pueblo, gastan cuánta plata por pasar en el Pueblo un día perdiendo trabajos, para que haya entrada de plata para los del Pueblo. Las fiestas de
San Pedro se hacían solo en la Parroquia de Simiátug; el San Antonio siempre hacen en los meses de mayo, junio y julio. A la braveza ordenaban que amarren las barreras para que comience la corrida de toros en el Pueblo, mientras los priostes y más gente de la fiesta ya se encontraban chumados en las cantinas de los cantineros mestizos. Como ya estaban chumados, entraban a torear en la plaza donde está el toro bravo y por estar bien chumados, muchos morían en los cachos del ganado, otros quedaban heridos gravemente. Esta desgracia era solamente con los Indígenas, no pasaba nada a los mestizos; ellos siempre gustaban desde sus casas mimas. Como ellos viven el Pueblo, a dónde más han de ir.
Al fallecer una persona en las fiestas ¡eso más, terminar la vida por obra de un animal!, ¿esto será fiesta?, ¡pero qué clase de fiesta puede ser, más bien para perder la vida se ha hecho prioste, qué milagros ha hecho el Santo de su devoción! Esto no será una vida tan amarga, lo peor es que vivimos sin darnos cuenta. En estas fiestas en lo mínimo participaban unas mil quinientas a dos mil personas entre hombres y mujeres, la fiesta duraba unos cuatro o cinco días seguidos. Algunos desde el comienzo hasta el final sabían estar en la fiesta; cuánta plata gastarían tomando, comiendo. Regresaban maltratados a estar unos tres o cuatro días en la cama. Cuando moría mismo, quedaban huérfanos los hijos, la mujer perdiendo esposo y sobre esto endeudada por la fiesta y más el gasto para hacer el entierro de su esposo. Es por esto que decimos que es una historia que contamos con un inmenso sentimiento de dolor al sacar estas realidades de nuestra vida. Yo digo ´por qué esta vida´, tan amargados, aplastados, explotados de mil formas. Se han hecho fiestas, pero qué clase de fiestas hemos hecho. Cuando se chumaban en la Feria, sabían quitar la ropa y luego tocaba de ir a sacar pagando lo que ellos quieren.
Recordando un poco más de las fiestas, algunos la hacían cada año seguiditos, gastando cuánta plata, sobre lo que no tiene para otras cosas más importantes en beneficio de la familia.
A través de la religión, ponían cuántas otras mentiras, como hacer creer que a los mestizos los tenemos que respetar porque no son pecadores, los pecadores son solamente los Indios, porque no saben rezar, porque no vienen a la Misa, de esta forma nos convencían y es por esto que nos tenían bien dominados a todos nosotros.
Sigo adelante con el testimonio de la historia de mi Organización, ahora para hablar de las primicias. Esta es otra de las injusticas para robar en la cara los productos de trabajo de los pobres. En Simiátug, el Párroco dizque sabía vender las primicias de las comunidades, que pasan de cincuenta. Estos productos los vendía solo para los del Pueblo y luego ellos llegaban a coger en las sementeras y sacaban los mejores huachos de cada pedacito, aunque sea pequeño. Así recogía cada primiciero y hasta sabían coger más de lo que se ha sembrado. Viendo todo esto no podíamos decir nada, más bien cogíamos de compadres a esa gente y a más de la primicia iban llevando unos poquitos regalos, como una funda de fideo, unos diez sucres de pan, medio costal de cualquier grano.
Todo manejaban los mestizos en nuestra comunidad. El Teniente Político elegía a sus representantes en cada una de las comunidades, tales como Tenientes Auxiliares y Cabecillas de las comunidades. Estas personas trabajaban coordinadamente con la gente del Pueblo, de acuerdo a lo que digan las Autoridades. Así no dejaban pensar con sus propias cabezas. No había ningún adelanto en la comunidad, ¡lindo fuera que hubiera adelanto en bien común de toda la gente que necesita! Para ellos era una ventaja trabajar así, porque se sentían tranquilos, teniendo suficiente para comer, para vestir, para construir casas en otras partes, como en Ambato Quito o en Guaranda y algunos han ido a Guayaquil a vivir con toda la familia, así tenían hasta para adelantar haciendo estudiar a los hijos.
Tenían carros eso más, solamente camiones y en estos camiones nos tocaba viajar cuando era necesario ir a otras partes; había dos a la semana. Con todo, esta ventaja de aprovechamiento, estudiando, llegaban a tener sus buenos puestos con buenos sueldos y como han llegado a ser profesionales: médicos, profesores, abogados y estar bien acomodados a no querían regresar de nuevo a vivir en Simiátug, siendo la tierra done ellos nacieron.
Esto nos demuestra que ellos solo miraban adonde podían sacar lo mejor, al resto ni tomaban en cuenta, ¡qué injusticia! Nosotros trabajar sudando, sufriendo, pasando muchas dificultades para provecho ajeno, para que se den gusto otros, para que vivan bien arreglados y a nosotros nos traten muy mal. Más que por nosotros viven, con nuestro trabajo progresan diariamente y separarse o liberarse de esto era una gran lucha para soltar de esas cadenas en que nos encontrábamos amarrados de pies y manos en medio de la explotación.
Cuando ya hemos visto sobre cuantas cosas y casos que nos ha pasado, ya se ve qué diferencia ha habido entre los mestizos y los Indios. Como resumen sería que los mestizos han sido siempre privilegiados, autodefiniéndose de ser los mejores, los que más saben y que ellos valen mucho más y nunca pueden ser iguales con los Indios. Se ve como si fuera un lob un borreguito, por los Indios parece que somos inferiores, los que no valemos nada.
El Párroco, en vez de dar una aclaración o practicar el Evangelio, que uno de los dichos es ´amaos los unos a los otros como yo les he amado´; si esto practicaría, no hubiera desigualdad y esa distinción entre los mestizos y los Indios. Talvés el Cura tuvo también su interés en el fondo y por esto, no le convenció la Palabra de Dios, sino más bien la ambición muy personal; aprovechando que él es el llevador en la Iglesia , ha comenzado poniendo muchos miedos. Y pienso que ellos no hacían bien el Evangelio, porque no sabían, sino más bien porque a ellos les convenía vivir tranquilos con el trabajo ajeno.
Esto era desde mucho más antes, no sabemos exactamente desde cuándo comenzó esta vida de injusticia. Según otras historias nos relatan, ha comenzado desde la llegada de los españoles. Como desde ese tiempo no ha quedado escrito, no sabemos que es lo que pasó en la historia, cuales serían sus fuertes luchas de nuestros abuelos que en ese tiempo vivían.
Vivir en esa forma era una vida conforme para los mestizos. Decían que los Indios son muy respetuosos, bien buenos. A la gente del Casco Parroquial lo que preocupaba más, era arreglar las cantinas, las tiendas y esperar a que pronto llegue el día feriado, o sea los miércoles, porque en ese día sí hay todo.
Ahora de las Autoridades. En ese tiempo ni sabíamos que quiere decir Autoridad. No sé cuales serían sus trabajos, talvés algo harían en el Pueblo, pero en las comunidades nunca se ha visto un trabajo en bien comunal, solo lo utilizábamos en algunos problemas judiciales, penales, en algún caso muy grave que a veces había en diferentes lugares.
Muchos juicios había en ese tiempo. Se gastaba en abogados cuánta plata. A los abogados solo les interesaba que llegue la plata, de los problemas… por ellos ¡ojalá sigan más!, porque si no hay esa clase de problemas ya no van a ocupar a los abogados ni a los quillcas de la comunidad. Los que tenían problemas, no podían hablar directamente con los abogados, Intendente u otras Autoridades, sino rogaban a los quillcas, ellos daban hablando por uno. Era dificultoso hablar con ellos, no podíamos hablar bien el castellano, no podíamos explicar claro los problemas y como en ese entonces las Autoridades ya no querían atender al ver que era un Indígena y ni siquiera le tomaban en cuenta, de obligación nos tocaba rogar a los quillcas, dando bastante agrado. Y para las Autoridades también teníamos que llevar los regalos para que atiendan breve. Si no llevaba el regalo ya no atención, además quien da más mejor regalo, ganaba en los problemas que tenían entre los vecinos y a veces entre los familiares. Como ya había dicho, ganaban siempre los que tenían suficiente, los otros que no tenían casi nada, de dónde van a dar los regalos; para ellos se perdía, aunque tenían sus justas razones. Todo salía al revés. El ladrón salía de honrado y el dueño cada vez más perjudicado en todo sentido. La explotación estaba encima de los pobres y de tanto aguantar salían como unas chispas por ahí. Esas chispas eran gente que avanzaron a ver, a abrir los ojos frente a toda esta explotación durante cuantos siglos.
EL COMIENZO DE LA ORGANIZACIÓN
En la comunidad de Papaloma, al ver todo esto, algunas personas ya no querían aguantar tanto. Había una novedad: ´que se pueden hacer sesiones en la comunidad´. Oir esto era algo raro, porque no se acostumbraba a reunir a conversar de los problemas, sino la costumbre era solamente vivir individualmente cada uno en sus trabajos y preocupaciones muy personales, no pensábamos jamás en organización. La explotación misma, los mestizos nos han hecho despertar por tanta marginación a los Indígenas de las comunidades y en general por la desigualdad, el maltrato de los demás, el no considerarnos como personas. Un compañero ha puesto a pensar, a sentir la necesidad de frenar las malsanas actuaciones de la gente del Pueblo de Simiátug. Entones comenzó a invitar a algunos jóvenes que estaban deseosos de aprender a leer y escribir.
En la comunidad había unos tres que sabían leer y escribir un poco. Me acuerdo que un hermano mío aprendió en la Escuela Fiscal que está cerca de Papaloma. A más de eso, en ese tiempo había cursos de capacitación en Riobamba que organizaba el Monseñor Leonidas Proaño. Para ir a estos cursos mi hermano primero iba a trabajar de jornalero para sí poder tener un poco de plata y eso gastar en recibir cursos.
Luego de un largo proceso, después de haberse capacitado, comenzó a enseñar a leer escribir a los jóvenes que estaban animados. Aprender en ese tiempo, era una buena suerte; los jóvenes no tenían una casa adecuada para poder aprender, entonces prestamos la casa de nosotros. Allá llegaban para aprender cada semana una tarde y se daban estas conversaciones con ellos sobre la situación de vida. Mientas nosotros en la familia ya estábamos un poco conscientes de la realidad que vivíamos, para la gente de la comunidad fue como quitar alguna cosa que tapaba los ojos. Como mi hermano era letrado, allá llegaban varias personas con algún problema que tenían, para conversar, pedir alguna aclaración, porque todos teníamos que valernos de alguien. Ahí se aprovechaba explicando, concientizando de poco en poco, pero eso mismo parecía difícil.
Pero al darse cuenta de esto, los mestizos del Pueblo nos miraban muy mal diciendo que ´ese runa comienza hacer mal´, ´está haciendo acostumbrar mal a la gente´, le ofrecían pegar, poner en la cárcel, unas feas amenazas. Así era en esos tiempos, no podemos callar, porque el sufrimiento fue mucho. Estas historias son para recordar en el fondo de nuestro sentimiento. Recordar nos hace pensar en estos momentos que estamos viviendo, nos hierve la sangre, nos da un coraje que unos pocos mestizos del Casco Parroquial hagan temblar a muchos miles de gente de las comunidades. Solo en la comunidad de Papaloma vivimos unas cuatrocientas personas, pero aunque vivamos cuantos, al estar individualmente no servía de nada. Nos han tenido bajo los zapatos, al mando de ellos.
Cuando comenzó la reorganización en las comunidades, en especial en la que estoy contando, cogían de a buenas, para decir que no se organicen que no vale, poniendo cuantos miedos a la gente. Vuelvo nuevamente para recordar que al comenzar con los jóvenes, invitábamos al Centro de la comunidad, por donde pasa un camino público de Simiátug hacia la Parroquia de Angamarca, que queda en la vecina provincia de Cotopaxi. Esa loma por donde pasa el camino, se llama Papaloma; ahí vivía una sola persona con una pequeña Tienda personal, allá llegábamos los domingos entre algunos a jugar planchazos, a jugar el voli y así llegamos a tener amista y confianza de seguir conversando el por qué nosotros nos chumamos y los mestizos no se chuman así como nosotros en las fiestas; por qué los mestizos le tratan mal, cuanto robo hacen de nuestras ventas… Entonces semana a semana ya íbamos viendo a la gente que se portaba de esa forma. Entonces con los hechos muy concretos se ha ido haciendo ver que la gente por eso mismo sufría. Habíamos analizado profundamente el porqué de esas cosas, de tanto atraso, de ser tratados como a los animales y en esas reuniones salía la palabra de decir que los mestizos en la Parroquia viven con el sudor de nosotros y sobre eso le tratan mal ¡eso sí ya no es justo! Por qué vamos a aguantar tanto de lo que ya hemos soportado. Desde hoy sí compañeros, sigamos adelante reuniéndonos para todos en una sola voz poder reclamar nuestros propios derechos como personas igual que ellos. Ahí empezó a revivir una unidad de personas promovida durante cuantas reflexiones, partiendo de la Palabra de Dios, lo que nos dice la Santa Biblia. Entonces ya por su propia cuenta querían saber algo más de eso. Siempre seguían a quién está adelante, haciendo esfuerzos de cualquier forma.
En ese tiempo el Auxiliar del lugar era una persona vista y puesta por el Teniente Político de la Parroquia de Simiátug, que también se unió para así, ojalá trabajar mejor con la gente. Esa persona que era Teniente Auxiliar, tenía algo suficiente, era medio mestizo por su apellido. De una forma muy lenta fue creciendo la conciencia de la gente en asunto organizativo. En ese tiempo se comenzó a hacer reuniones cada quince días. En esas reuniones participaban unos ocho o doce compañeros, y el resto de gente que había en la comunidad no quería saber nada, más bien hacían desmoralizar a los que van a las reuniones, diciendo que por vagos van a pasar en la loma, de gana echados por no trabajar y cuantas cosas más, pero ellos mismos fueron sintiendo que también tenían problemas con los mestizos en la venta, y todo lo que se quería es estar tranquilos. Así, un poco dejando de hacer sus trabajos personales, tomaban la atención de asistir a las reuniones de cada quince días en la comunidad. En ese lugar no había casas nada, todo era botada; como ya les dije, una sola persona vivía ahí, pero ese compañero no quería saber nada de organizar, decía: ´que se pasa tiempo, mis trabajos valen más´.
Viendo así, un poco haciendo cuentas se vio que hay unos veinticinco a treinta niños en edad escolar. Como ya estábamos con algunos jóvenes dando clases de leer y escribir, eso era un motivo más para hablar de unión en la propia comunidad. Hablábamos cómo seguir organizando, de formar la Directiva de la comunidad, quien talvés lleve adelante ese comienzo que se dio en ese tiempo. Nadie se quería comprometer a trabajar. Siempre miraban a quien está un poco más adelante promocionando, hablando, demostrando la realidad de la vida que vivíamos. El motivo del por qué nos hemos organizado es también por la nueva generación. Los jóvenes de esos tiempos pensaban distinto que los jóvenes de este tiempo. Con el andar del tiempo cambia la gente y tienen otro tipo de mentalidad cada vez diferente.
La organización en la comunidad ha ido, es y será la base más fundamental, para de ahí poder fundar otras Organizaciones de segundo grado, como Federaciones o Confederaciones que actualmente existen en el país, todo esto habiendo las bases, por eso digo que las Organizaciones de Base es lo principal, yo estoy contando de mi comunidad de Base. Cuando las comunidades de Base están bien paradas en sus puestos, pueden funcionar las Organizaciones de segundo grado. Con esto quiero aclarar que la comunidad de Papaloma es parte de la Organización ´Fundación Runacunapac Yachana Huasi´ con sus Sede en la Parroquia de Simiátug, de la cual ya está contada la historia en el Primer Concurso que se realizó en 1985 por parte del compañero José María Allauca.
NECESIDADES
En vista de que había bastantes niños de edad escolar, viene la necesidad de crear una Escuela en la comunidad. Cuantas cosas nos hacían falta: el sitio, los materiales, las Mingas para hacer la construcción de la casa para la Escuela. Entonces vino la necesidad de aportar los moradores para comprar cuantas cosas que se necesitan para comenzar a construir una comunidad nueva, donde no había nada, pero la gente no quiso colaborar porque no acostumbraban y entonces ¿de dónde sacamos para esos gastos? Nosotros (un poco más claro les voy a decir:) en mi familia decidimos vender una vaca que teníamos para luego con eso poder hacer la construcción de la casa-Escuela en favor de la comunidad. En ese tiempo los ganados apenas llegaban a costar unos cuatro mil Sucres cada cabeza. Todita esa plata que vendimos la vaca la pusimos en la Escuela para así no dejar desanimar a la gente. En las Mingas sí colaboraban, daban la mano. Para hacer estos trabajos se necesitaban de comunicar de casa en casa avisando para los trabajos y desde ese tiempo se comenzó a utilizar el cacho de ganado para tocar en la loma, y al escuchar que tocan el cacho se acercaban al lugar de trabajo. Todos venían con sus tongas porque el trabajo no era un trabajo personal sino un trabajo para el bien y el adelanto de la misma comunidad.
Pero en estos primeros tiempos había muy poca participación de la gente. Algunos como yo mismo, más bien decían que entre runas qué vamos hacer, el blanco sabe mucho más que nosotros, qué va a poder, así decían los que no entendían, mientras con las personas que entendía aunque muy lento, pero manteníamos la unión. Estas ideas compartíamos en las reuniones que teníamos siempre, cada quince días o a veces cuando era necesario.
En algunos días tuvimos unas charlas con las mayores para conversar de los tiempos más anteriores cómo era entonces. Ahí podíamos saber los sufrimientos de los mayores. Entonces seguía naciendo fuerzas, corajes en cada uno de nosotros y un orgullo de los que comenzaron a reunir a la comunidad.
LA ESCUELA
Con gran esfuerzo de la gente se comenzó a hacer funcionar una Escuela particular, muy propiamente de la gente, con la colaboración de un compañero que sabía leer y escribir. Casi nadie quería poner al hijo en la escuela por varias razones: pensando siempre en la Escuela Fiscal, pensando siempre en el profesor blanco, pero como quiera la Escuela comenzó a funcionar y yo fui uno de los alumnos desde el primer día de clases, en ese primer día asistimos solamente ocho niños, pero al ver ya comenzado, que las clases seguían bien, otros más se animaban, de tal manera que la Escuela funcionó con quince alumnos hasta terminar el año. Durante los meses de las clases se reunían siempre ahí. Se tomó ya la resolución de reunir cada mes llegado para analizar los problemas. En ese tiempo lo que más había, eran los comentarios de la gente que no estaba de acuerdo en que los Indios hagan ese trabajo, esto es increíble, decían. Cuando ya se fueron algo más concientizando y cada vez viendo más cosas nuevas, en una de las reuniones se pusieron a elegir a un Teniente Auxiliar de la comunidad y eligieron al mismo compañero que estaba colaborando como el enseñador de los niños. Entonces luego se tuvo que mantener en su puesto y así dirigir una comunidad nueva, en donde debe siempre haber el compartimiento entre la gente de la misma comunidad, compañeros de lucha manteniendo siempre la conciencia en cada uno de los compañeros.
Pero siempre había desentendimiento entre los que vivíamos en la comunidad, a veces chumaditos se ponían a discutir de esos trabajos que se iban haciendo en la comunidad y de esa forma debilitaban a muchos que aún no estaban conscientes. Todos los mestizos y los demás compañeros que no estaban de acuerdo nos andaban poniendo el susto, diciendo que los policías van a venir a matar, a llevar presos porque están haciendo funcionar la Escuela sin permiso del Gobierno, nunca se ha visto a un Indio de profesor, jamás en la vida.
Creyendo eso, la gente no mandaba a la Escuela a los niños, solo se ocupaban en el pastoreo de los animales, en cuidar la chacra. Desde pequeños se dedican a los trabajos muy fuertes, igual con sus padres, en las pocas tierras que tenemos cada uno con los linderos. Hay una gran parte de minifundio en la comunidad unos pocos tienen la tierra algo bastantito, no podemos decir latifundistas, por lo que no tienen cuadras o hectáreas por miles, sino poca. Había un estricto control a los niños de la Escuela en la casa, como también en la Escuela. El horario escolar los mismos padres de familia lo ponían de acuerdo a sus criterios y posibilidades de trabajo para que el niño siempre ayude a los papases en las madrugadas, antes de ir a la Escuela y las tardes, después de haber regresado. De todas formas, el niño que estaba en la Escuela trabajaba y estudiaba. El trabajo y el estudio, ojalá sea siempre igual, porque el niño indígena es diferente a los niños mestizos, o digamos de la ciudad, cría con otros conocimientos, de paso en paso caminaban con miras de que algún día, al seguir adelante con la unión en la comunidad, sí podremos frenar esas violencias que se nos presentaban en cada momento, como ya les expliqué anteriormente.
TRABAJOS EN LA COMUNIDAD
Como ya se iban acostumbrando a reunir y participar en los trabajos comunales, se planificaba con la disposición de todos y juntamente con el Teniente Auxiliar para hacer esos trabajos, las Mingas para arreglar el camino principal por donde traficamos hacia la Parroquia de Simiátug para la Feria. Los trabajos comunales que se hacían, no eran solo en mi comunidad sino en varias comunidades de la zona. Explico un poco que en esos tiempos como de golpe la gente ha comenzado a organizarse por aquí, por allá. Era un tiempo como que todos abrieron los ojos, como que alguien ha dicho que así hagamos, de esta forma haremos, como haber planificado de una sola, reuniendo en unas comunidades vecinas de mi comunidad. Asimismo ya comenzaron a crear escuela, a hacer trabajos comunales, era una novedad grande al norte de la provincia de Bolívar que en esas comunidades las gentes se organicen. Entre los trabajos comunales siempre no faltaba de seguir reflexionando sobre la situación en que vivíamos. De poco en poco fue calmando la borrachera en las cantinas, del miércoles que iban a la Feria regresaban el siguiente día jueves, a veces el día viernes, perdían cuantos días de trabajo, sin la plata, bien maltratado el cuerpo y en la casa la semana no había, los guaguas con hambre, toda esta situación se fue calmando desde cuando se comenzó a reunir, a analizar, a ver qué atraso hemos vivido, nuestro trabajo para el provecho de quién era, para quiénes habíamos trabajado, sufriendo, sudando la frente, con un inmenso sacrificio, de cuántas cosas se puso a reflexionar la gente. Comenzaron a ver un camino de liberación, de amistad, de impulsar las nuevas ideas, los nuevos conocimientos y avances de la gente frente a una organización de los oprimidos, de los más botados.
Ahora la comunidad de Papaloma tiene como adelanto en infraestructura la Tienda Comunal, caminos arreglados, una Cooperativa de Ahorro y Crédito, la Escuela con dos personas que enseñan, a ellos se dice los Yachaycamayuc, que quiere decir los encargados a enseñar, ahora hay más de cuarenta niños que van a la Escuela. Ahora somos capaces de ver qué cambios se ha dado, qué mejoras hemos conseguido con la organización en lo personal, en lo familiar, entre los vecinos en la comunidad. Para llegar a esta altura de organización, el error más grande que podemos recordar es no tener confianza entre nosotros mismos, hemos sido acostumbrados de hacer valer solo a otras personas.
LOS OBJETIVOS DE LA ORGANIZACIÓN
De analizar hablando entre nosotros como hermanos, de poner en la práctica el Evangelio, lo que Dios nos dice a la humanidad del mundo, que no debe haber estas injusticias, los lamentos y llantos de la mayoría de la gente, que haya una igualdad entre los mismos compañeros indígenas, de sentir como propia carne a los demás, de ser hombres libres de toda explotación y opresión, de recordar cada día el pasado porque si no recordamos hemos de olvidar la historia pasada, hemos de pensar que talvés no habría un martirio, un sufrimiento, de ser hombres capaces de llevar en adelante un Pueblo que lucha incansablemente por dejar un recuerdo, una herencia para nuestros futuros vivientes, que nos cogerán la línea que ya se ha trazado, el por qué las personas en todo el mundo ya no sentimos conformes. Ojalá Dios nos ilumine nuestras mentes aunque con cuantas luchas hay que tener la esperanza de que el Pueblo no es poco, la gente necesitada somos casi en total compañeros: obreros, artesanos, campesinos, Indígenas y pobres en general, vayamos viendo, vayamos analizando, con esta vida hacia donde vamos a llegar, todos en pie de lucha por un derecho a la vida, a la tranquilidad. Que ojalá, estemos en capacidad de lograr la liberación de los oprimidos, está en nuestras manos, compañeros de cuantas organizaciones de Base, Organizaciones de segundo grado.
El objetivo de liberar de todo cuanto ya está dicho, no es solo para mi comunidad, ni tampoco solo para la Organización de Simiátug, sino para todos los que vivimos en un atraso. Los trabajos como también la solidaridad entre los compañeros de otras comunidades es siempre a través de la Organización ´Fundación Runacunapac Yachana Huasi´. Los dirigentes que llevan adelante a la Organización son personas que conocen, que viven en la comunidad, a más de eso, elegidos por toda la gente que deposita la confianza en esas personas, por esto nos dan el cargo de dirigente, para que haga vivir caminar con los pasos firmes para un adelanto en bien comunitario, para que la nueva generación sea diferente que nosotros. Los Indios decimos que en nuestras manos está el arma más poderosa que reuniendo, conversando, analizando punto por punto con toda tranquilidad no hay porqué apresurarse, porque con el apuro uno mismo no se da cuenta qué está haciendo, será bien o talvés será mal, hay que parar un poco y saber corregir si en algo se ha estado fallando, porque al hacer alguna cosa no podemos confiar que todo está andando a toda cabalidad tal como nosotros queremos. En las Organizaciones, por no analizar con tiempo, a veces pensamos que estamos organizando bien, quedamos con los brazos cruzados. Al estar así, por algún otro lado ya están manoseando a nuestra Organización los grandes enemigos del Pueblo, porque para estar bien maduros, parados en los puestos, necesita que hayan dirigentes entregados, verdaderos compartidores, sinceros y la conciencia de la gente, la comprensión. Los Fundadores de la Organización no deberían faltar, siempre podemos equivocarnos en el transcurso del tiempo, con el andar de la unión podemos desviarnos sin lograr nuestros propósitos, las ideas que nos dieron el comienzo. Como estoy contando de mi comunidad de base y como las mismas comunidades forman esa Organización grande, de manera que los propósitos, los objetivos no pueden ser diferentes por ninguna razón, son iguales, somos la misma gente con los mismos problemas, bien agarrados los objetivos principales ojalá hasta lograrlas, ahí sí demostraremos que sí somos capaces de transformar hacia una nueva vida.
COMO MARCHA ACTUALMENTE LA ORGANIZACIÓN
Primero antes de nada, quiero explicar que en el primer Concurso de Testimonios de la Historia de mi Organización, el compañero quien nos cuenta, nos ha dicho que las organizaciones Indígenas tienen un gran peligro, que pueden convertir en desarrollismo, en adelantar en construcciones de casas y muchas otras casas que pueden ser peligro de confundir con los objetivos; sí vale que haya una casa por el esfuerzo de la gente, con el acuerdo de todos, hecho por una necesidad, pero en cambio dique seguimos más y más dando importancia por ese lado, no estaríamos cumpliendo los fines que se ha trazado y por esos fines tenemos que luchar, está ya llegando a ser realidad el desarrollismo en nuestra Organización ´Fundación Runacunapac Yachana Huasi´. Por ejemplo ya se ha conseguido un tractor arador, construido varias casas, equipado las oficinas con materiales que cuestan mucha plata, sacado carreteras a las comunidades sin haber tanta necesidad. En las comunidades ya no quieren tener Escuelas hechas de pared de tierra cubiertas de paja, sino con otro material, que las casas sean pintadas, con ventanas, con dos, tres o cuatro puertas.
En los vestidos también se cambian, sobre que estamos hablando de rescatar nuestra cultura, todo estos cambios no nos queda otra cosa más que decir la verdad: que el Desarrollo material ya está afectando de poco en poco a nuestra Organización. Todo esto ¿por qué?, por los desvíos de los pocos Dirigentes que quieren manejar a toda la Organización ideológicamente con ideas, tener relaciones con las instituciones de afuera que no podemos conocer tanto de cerca a esa gente, qué propósitos tendrán, que detrás no se sabe por qué nos ayudan. La Organización era siempre muy celosa con las instituciones, ya hemos sabido que por eso varias Organizaciones Indígenas han fracasado en nuestro país y en nuestra provincia, por cuánta plata que llegaba a tener por medio de los Proyectos.
Lo más vergonzoso es que la gente de afuera piensa que es tal como dicen algunos Dirigentes, afuera asoma lindo, pero llegado al lugar a ver mismo el fondo, las cosas se cambian, la realidad es otra; acá dentro es muy distinta, con esto no sé a donde iremos a parar ya que sentimos desviados nosotros y todavía no tenemos visto bien el fracaso de qué forma está. El anuncio adelantado de los Dirigentes iniciadores, Fundadores, está siendo realidad y qué pasará después cuando vaya un poco más empeorando, es una enfermedad que está produciendo más y más, día tras día con el andar del tiempo. Ahora ya tanto decir que el mestizo era explotador, que el mestizo nos tiene oprimido, ya no pasa eso. Hoy en día, entre los mismos Indígenas va creando una desigualdad y esto será más jodido porque nos va venciendo la ambición. Parece que la conciencia se va terminando, no es como los primeros tiempos de vida de la Organización, toda la gente bien animada a seguir adelante, muy desinteresados porque no teníamos nada. Los objetivos fueron muy lindos y este objetivo sigue viviendo en pocas personas de conciencia, los que se han entregado totalmente viendo muy de veras el atraso, la perdición de la gente, para sacar de ahí y ahora estar en lo mismo. Para qué hemos comenzado a organizar, por qué sucede esto, compañeros, de una forma u otra no podemos ser muy libres saliendo del uno a caer en otro, pongamos a pensar, sobre todo a recordar para qué hemos creado la Organización, los Dirigentes no poder servir a un Pueblo que muy claro tiene sus problemas en las manos y muy presentes y frescos y así no avanzar a llevar en adelante. Con esto quiero decir que no hemos avanzado a ver ni siquiera una idea de prevenir en este asunto, demasiado orgullosos con lo que un poquito está organizado, por más cuidado que tengamos, unos cuantos que no podemos ser hombres entregados a la lucha por el futuro mejor cometemos traiciones a cada momento, yo al contar esto no he podido tapar, porque tengo que decir la verdad aunque mis compañeros me tengan a mal, no estoy mintiendo para yo tener miedo cuando es verdad.
LOS OBJETIVOS NO ESTÁN EN LA PRÁCTICA
Hay unos cuantos objetivos, fines hacia donde tenemos que llegar. Como ya les expliqué, la Organización ha trazado una línea analizando, reflexionando, siempre tomando en cuenta la Palabra de Dios con el fin de lograr, de seguir la línea antes trazada. Uno de los objetivos es de amar a los demás como a ti mismo, como hermanos de sentir solidarios en los problemas que presentan. Todos estos objetivos se han quedado borrados, para así coger el otro camino, que al comienzo no queríamos caer en este error. Muchos pensamos que la Organización es solamente cuando hacemos Asambleas o Conferencias, el vivir de cada persona forma la Organización en las Mingas, en momentos de tristeza, en algunas fiestas comunales se comparte ideas, todos nos sentimos los mismos unidos por una causa.
A veces se confundía pensando que el estar organizado es obligar a los demás que organicen, la gente en estos últimos tiempos más han preocupado de estar cuestionando los problemas morales que existen en las comunidades, muchas veces esos problemas se empeoran más, entonces no estamos ayudando a vivir en la gracia del Señor, al estar lejos de Dios es porque estamos lejos de nuestros compañeros, lejos del entendimiento de vivir como personas.
En estos tiempos hay solamente una cosa que hay que recordar: había demasiado ladronismo, que a más de no tener ni siquiera para sobrevivir, los animalitos iban a parar en las manos de los ladrones. Reuniéndose la gente, en alguna forma se ha frenado esta situación, ya que de eso hoy sentimos aliviados, ya podemos estar algo tranquilos Porque con cuanto sufrimiento se tiene, eso mismo se llevan, ya no es justo nuestro sufrimiento, estamos de acuerdo en que nuestro trabajo sea para quien sufre.
ALTERNATIVAS PARA QUE SE MARCHE MEJOR
Lo primero sería, pues, de jamás soltar los objetivos nuestros, entonces al no soltar por ningún lado nuestros fines principales, ya no tendríamos ese desvío de las aspiraciones que hemos tenido, que los primeros Fundadores deben dar cierta capacitación hablando del punto de la organización en la Directiva, en los trabajos debe haber uno que tenga experiencia para poder dejar iniciando a otro que es nuevo, así no puede perder las ideas de los que han comenzado, ya que ellos nos darán una cierta orientación. Entre los Dirigentes viejos deben siempre tener una estrecha relación y así deben guiar, ya que solo así mantendremos una vida de hermandad entre nosotros, con esto estaríamos cumpliendo de vivir una vida cristiana.
Esta redacción del Testimonio de la Historia de mi Organización está por donde quiera, ya que nosotros en el campo, los Indios, no somos estudiados, yo mismo apenas tengo la primaria, habrá sinnúmero de fallas ortográficas, como a mí me ha entrado ese interés de contar aunque mal redactado, es una historia vivida desde mi niñez. La máquina de escribir ahora he cogido, sin duda cuantas fallas que estarán dentro de esta redacción. Es por el mal manejo de la máquina, ojalá en el contenido algo he dicho, aunque no está todo dicho, por esta vez voy cerrando para no seguir diciendo lo mismo y lo mismo, la historia sigue naciendo y creciendo cada día, ya que se trata de nuestro vivir, lo malo es que nadie se preocupa de escribir para nosotros mismos, recordar cómo hemos pasado la vida en los tiempos atrás. Para mí la historia es muy importante, nuestra historia debe ser sagrada y servir para el bien de los demás.
Ahí pues, en nuestra Organización, por estar en el camino de desarrollismo, tarde o temprano podría haber un serio conflicto, porque hay dos grupos, el uno es un grupo numerosos que es toda la gente y el otro es un grupo pequeñito, pero está en el poder. Hasta aquí, que ya ha sido varios años de vida, pero pienso que aún no hemos hecho lo suficiente para decir que ya hemos liberado; hemos superado sí, en algo, con eso nos da la esperanza de que sí hay remedio de ojalá viendo y corrigiendo nuestros errores, ya uno mismo no se puede ver, otros tienen que dar viendo nuestras equivocaciones.
Este Concurso de Testimonios es por compartir cuantas cosas. Así pienso que estoy intercambiando con los compañeros de otros lugares que así mismo tuvieron el interés de participar con toda devoción contando sus historias ya que serán importantes.
Esto ha sido de parte de mi comunidad Papaloma y la misma que forma parte de la Organización ´Fundación Runacunapac Yachana Huasi´ y ahora mis sinceras felicitaciones a los organizadores de este Concurso y en especial a las personas que participan de las hermanas Organizaciones del Ecuador. Ojalá participaremos de todas las regiones ya que se trata de participar con lo que podemos y así vayamos poniendo en práctica en la lucha compañeros, en el campo de trabajo nos vemos. Hay que seguir promoviendo, animando con las finalidades que ya se ha dicho, ya eso puede ser a nivel muy general en la sociedad y pensando que sí hemos de lograr con el esfuerzo de todos, siempre y cuando seamos compañeros, en todo momento.
No hay viento que corre sin soplar si todos comprendemos,
no habrá gente que muera sin luchar.
RUNA CANCHIC (somos Indios)
Papaloma, 14 de septiembre de 1986